Fecha: 13/12/2011
Publicada originalmente en Proceso.com.mx
En el campo de la cinematografía, la carrera de Adam Sandler es de las más disparejas, posee cosas horribles como El pequeño Nicky y Zohan, pero por otro lado cosas excelentes como Embriagado de amor y El cantante de bodas, y otras muy decentes como Locos de ira.
Jack and Jill (Jack and Jill, EU-2011) de Dennis Dugan, se encuentra del lado de los peores. Bueno, no está mala, sino lo que le sigue: es tonta y grotesca.
Todo gira en torno a dos gemelos, Jack y Jill Sadelstein, interpretados por Adam Sandler. Jack es un exitoso publicista, casado con una bella mujer (Katie Holmes) y con dos hermosos hijos, y Jill… bueno, ella tiene sólo a Jack.
En vísperas del Día de acción de gracias, Jill llega a visitar a su hermano, quien la quiere, pero padece la personalidad irritante de Jill, gritona, alocada e imprudente.
Jill se lleva con Jack como cuando eran niños, pero obviamente, no es lo mismo. Sin embargo, por más que Jack trata de hacerle entender a Jill que las cosas no son como antes, nada ocurre, o bueno, lo único que Jack parece conseguir es herir a Jill.
En fin, el meollo del asunto es cómo sobrevivir a las relaciones familiares dejar de ser uno mismo, o más bien, cuando se ha madurado de tal manera que parece que ya no se tiene nada en común.
Sí, el mensaje puede ser bonito, pero termina siendo cursi; además, el personaje femenino de Sandler es tan burdo y grotesco, y los chistes tan simplones, que el desarrollo de la cinta es sumamente chocante y aburrido.
Vale la pena mencionar las participaciones de Al Pacino, cuyo desempeño en esta comedia resulta muy extraño, más que gracioso, su personaje resulta sumamente perverso; y de Eugenio Derberz, quien interpreta a un jardinero mexicano, igual de grotesco que Jill, un estereotipo muy desagradable.
Jack and Jill es de lo peor del año.